Las aventuras de Drania

 LAS AVENTURAS DE DRANIA

          En un país muy lejano, más allá del arco iris, vivía una hermosa dragona llamada Drania. Su piel era de color verde pero sus alas tenían los colores del arco iris. Era una dragona muy especial. Lo que más le gustaba era volar entre las nubes con su amigo Drago.



     Un día quiso bajar hasta el mar y llegó a la ciudad de Almería. Al pasar por el colegio Virgen de Loreto, sintió curiosidad y decidió entrar.




    Drago le advirtió que era peligroso porque a los niños les dan miedo los dragones pero Drania, que era muy atrevida, no lo escuchó y, como era muy temprano, se escondió en la clase de Tercero A, bajo la mesa de la seño Encarna.



   A las nueve de la mañana tocó el timbre como todos los días y los niños subieron tranquilamente las escaleras sin imaginar lo que iba a suceder en la clase. Entraron y, cuando la seño iba a sentarse, de pronto, dio un salto y salió corriendo.


 Ahmed, que es muy valiente, se asomó poco a poco y ¡Cuál fue su sorpresa al ver un DRAGÓN con alas arco iris!



     Dio un salto y, muy nervioso,  gritó: ¡UN DRAGÓN! Sus compañeros no se lo creían y, corriendo se acercaron para comprobarlo.


    Ahmed tenía razón; era un dragón muy raro porque no parecía peligroso y, lo más sorprendente de todo era que podía comunicarse en cualquier idioma.

    Se subió a la mesa de la maestra, dio un salto y comenzó a volar por encima de las cabezas de todos las alumnos dando vueltas alrededor; entonces, abrió su boca pero no para arrojar fuego sino para presentarse. Les dijo que no era un dragón sino una dragona y que se llamaba Drania. 






     En ese momento, Carlota le sonrió y se presentó ella y, luego, a todos los demás. Nacho le preguntó que cómo había conseguido tener esas alas tan bonitas. La dragona, orgullosa, las abrió para que los niños pudieran observarlas bien y con un tono misterioso, respondió:
__  Es una historia muy larga que poco a poco conoceréis. Por ahora, solo os diré que el arco iris y una varita mágica tienen mucho que ver.