Mucho más que un diario

MUCHO MÁS QUE UN DIARIO

     Aunque las emociones siempre las tenemos presentes en el discurrir de cada día, en cada actividad que hacemos, en nuestros pensamientos, en nuestra relación con los demás… este curso hemos decidido dedicarle un tiempo especial a las mismas.
     A partir de diversas lecturas, dinámicas y actividades,  pretendemos que el alumno se conozca mejor a sí mismo y a los demás compañeros,  reflexione y sepa valorar lo bueno y menos bueno que tiene y trabajar por mejorar lo que menos le gusta. Es importante que se acepte tal y como es y, de la misma manera, aceptar a los demás.
    Una de las lecturas que tomaremos como base es el libro Mucho más que un diario de la editorial SM, aunque también leeremos otros, acordes a la emoción que se esté trabajando.
     A continuación,  explicamos las actividades que vamos realizando sesión a sesión.

Sesión 1:

     Comenzamos nuestro diario. Leemos cómo inician su diario los protagonistas del libro (Álex y Carolina).
    En un folio, los alumnos van a escribir sus datos personales acompañados de dibujos que ilustren lo que dicen.
    Los datos que tienen que aparecer son: nombre, cumpleaños, familia, intereses que tiene, tipo de lecturas que le gusta, algún acontecimiento importante que le haya pasado y qué quiere ser de mayor.
    Puesta en común general y exposición de trabajos en el tablón de la clase.

Sesión 2:

    Auténticos desconocidos. Lectura de la entrada del diario de Álex y un texto de Anne Fine sobre lo que se siente al llegar nuevo a un sitio y no se conoce a nadie. A partir de la lectura, hablamos sobre qué piensan que se siente al ser el nuevo en una clase, en un equipo… y qué podemos hacer por una persona recién llegada a un nuevo lugar.
     Se le entrega a cada alumno una ficha para que, individualmente, escriba lo que piensa de tres compañeros de la clase y de él mismo si fueran distintas cosas (un animal, una comida, un dibujo animado, un color, un día, un superpoder…)
     Mientras lo escriben, no pueden hablar ni pedir opiniones a los demás. Se ha procurado que, de todos los alumnos de la clase, haya tres opiniones. Al terminar, puesta en común y comprobar si los compañeros los ven del mismo modo que ellos se ven a sí mismos.
   Terminamos la sesión,  dibujando en un folio  lo que más les  ha gustado que le digan y por qué. Cada alumno, lo mostrará a la clase y lo leerá. Después se colocarán en el tablón de las emociones.






Sesión 3:

    ¿Y si no les gusta lo que ven? Lectura encadenada en voz alta de la fábula de la liebre que tenía las orejas muy grandes, del libro “27 historias para tomar la sopa” de Úrsula Wölfel. Preguntas de comprensión de la lectura:
-      ¿Por qué las otras liebres se reían de la protagonista?
-      Escribe tres motivos por los que no deberían hacerlo.
    ¿Y si miran más allá? Lectura de la descripción del tutor de Caspian de “Las Crónicas de Narnia”. Hablamos sobre si influye el aspecto físico de una persona en nuestra opinión, si creemos que es justo y por qué. Ponemos ejemplos.

Sesión 4:

 Somos optimistas. A la escritora de Ámbar Dorado le gustaba escribir al revés. Vamos a escribir para leer en un espejo, una frase o mensaje positivo. Después, entre todos los desciframos y los escribimos bien. Cada uno piensa en la silueta de un dibujo que pueda relacionarse con su frase, lo dibuja en una cartulina, lo recorta y dentro escribe la frase. Después se colocarán en un lugar visible de la clase para tenerlos presente cuando necesitemos ánimos


 


Sesión 5:
Lo bueno contra lo malo. Lectura de la tabla (IN/OUT) del libro Wanda.Top secret de Dagmar Geisler. Cada uno reflexiona y hace una tabla que dividirá en dos partes: IN (lo que le gusta de sí mismo) y OUT (lo que no le gusta  de sí mismo). Para no dejarse influenciar por los compañeros, la  tabla  la elaborará en casa.

Sesión 6:
Mapa de los defectos. Cada uno leerá en voz alta lo que le gusta de sí mismo. Se dibujará en un folio. Alrededor del dibujo escribirá sus “defectos”.  Elige un defecto del mapa y busca su lado positivo. Lo resaltará en el dibujo. Cada uno saldrá al centro de la clase, enseñará su mapa de defectos y lo leerá. Al finalizar la actividad, se colocarán en el corcho de las emociones.



 








Sesión 7:
Me quiero como soy. Se le entrega a cada alumno el poema de Shirley Campbell Barr  titulado Rotundamente negra. Se lee en silencio y  se recita en voz alta con la entonación adecuada y con música  de fondo. Se comenta el significado del mismo y lo importante que es que cada uno se acepte y se quiera tal y como es.
     Escribir un poema que se titule” ¡Me quiero como soy!”.Puesta en común: ¿Qué sensaciones transmiten los poemas?  El poema irá acompañado de un dibujo de cada uno que refleje todo lo que le gusta de sí mismo.

Sesión 8:

¿Cómo pintaría el mundo?En la pizarra digital se ve un montaje de fotografías que acompaña a la canción de Toquinho, Acuarela. Cada alumno tiene la letra de la canción, la lee en silencio primero; después, se lee en voz alta, se vuelve a poner la canción y la cantan a la vez. Cada uno comenta lo que más le ha gustado o llamado la atención de la letra o de las fotografías. También se comentan versos significativos como "Piensa que el futuro es una acuarela y tu vida un lienzo que colorear..." A partir del verso, se abre un turno de palabra, comentando cada uno cómo le gustaría colorear su vida. A continuación, cada uno escribirá en un folio (en prosa o en verso) cómo le gustaría pintar el mundo y hará un dibujo relacionado con su  escrito. Cuando finalicen, lo leerán en clase y mostrarán sus dibujos.

     Estos son algunos textos y dibujos  presentados:




" Mi mundo lo pintaría con imaginación y paz; los colores, con vida y la gente, alegre y contenta; sin ninguna pelea ni enfermedades. Ciudades de todos los colores, un sol brillante amarillo y naranja; las nubes celestes, sin niebla y el mundo de colores"

                                                                                                            Carla Uclés




Lo pintaría todo con gran color                        Todo el mundo
para que en el mundo                                    puede colaborar
siempre haya cariño y amor.                          solo han de elegir
De la puesta de sol                                        qué color van a usar;
usaría sus bellos colores                                de ese modo
y con ellos pintaría                                        siempre habrá paz.
todas las flores.                                            Por último cubriría las colinas
Los colores de otoño                                     con finas capas de  tul,
sin duda usaría                                             Ahora te toca,
que con su belleza                                        ¿Cómo lo harías tú?
siempre dan alegría.                                             Natalia Jiménez
                                                                             



"Las calles me gustaría pintarlas alegres, optimistas, positivas y sin violencia. Las ciudades de risas y carcajadas; el suelo azul y el cielo verde para vivir al revés; los países, de tolerancia y paz; las personas, de amistad y felicidad.
    Sería un mundo sin enfermedades ni pobreza. Todos tendrían alimento, una casa para vivir, podrían ir al colegio... No habría contaminación ni armas. Todas las personas podrían comunicarse, incluso con los animales.
     El mundo sería más justo y, por supuesto, no importaría el color de las personas."                                                                                                             Jorge Sánchez.




"Me lo imagino con muchas flores por todas partes y coches voladores que no contaminan. Me gustaría un cielo brillante. Un mundo lleno de colegios para todos los niños y  de gente buena. En todos los sitios habría paz y tranquilidad"
                              Mª Mar Ordiales





"Mi mundo lo pintaría con colores de mil amores, sin nada de guerras y enfados; con paz y amor. Un mundo con mucho color; nunca habría peleas, sólo diálogo".
                                                                                                Adrián Viciana


"A mí me gustarías pintar el mundo de colores vistosos y alegres para que llenen el mundo de alegría y paz. El sol lo pintaría de verde esperanza, los árboles de azul, el cielo lleno de arcoiris y , las casas y los colegios de amarillo chillón. Las calles, muy rectas y de color naranja; la hierba, de color morado. Todo sería de colores muy alegres, con parques llenos de árboles y, los vehículos, funcionarían con placas solares. Un mundo sin guerras, con palomas de la paz surcando los cielos".                                                                                                                                                               Álvaro Robles


     "Me gustaría que no hubiera guerra sino paz. Me gustaría que la gente con cosas, ayudaran a los más necesitados. Me gustaría que la gente respetara la Naturaleza, que todos los niños pudieran ir al colegio a aprender, que toda la gente tuviera un trabajo. Me gustaría que los coches se usaran menos para no contaminar y las fábricas no tiraran residuos al suelo ni al mar. No existirían las enfermedades. Un mundo lleno de colores vivos."                                                                                                                                                                                                                                                                     Natalia López