Hoy hemos asistido a un
espectáculo titulado Un bosque en la pared. Percusiones inesperadas,
en el Auditorio Maestro Padilla.
La puesta en escena es
original. Cuatro actores aparecen dentro de una habitación que esconde un
secreto, el secreto del sonido. Esta se transforma en un bosque lleno de
sonoridades distintas y hemos podido comprobar cómo cualquier objeto puede
convertirse en un instrumento musical, así como desarrollar la capacidad de
escucha y la imaginación a través del sonido de diferentes instrumentos, porque
el ritmo, la emoción está adentro. Podemos expresar emociones con todo aquello
que tenemos a mano. Hemos escuchado el sonido de una hoguera con una simple escoba y, con un puñado de arroz y un trapo de cocina, el sonido de las pisadas en la nieve.
En la obra también aparecen lugares
de cuento como la casita en el bosque o personajes conocidos como Caperucita
roja, el lobo que no es tan feroz y la abuela, pero con un final totalmente diferente al que
conocemos y, todo ello, mediante juegos de luces y percusión.